sábado, 2 de octubre de 2010

Me acobardó la soledad y el miedo enorme de morir lejos de ti. ¡Qué ganas tuve de llorar, sintiendo junto a mi, la burla de la realidad!. Y el corazón me suplicó, que te buscara y que le diera tu querer. Me lo pedía el corazón y entonces te busqué, creyéndote mi salvación.
Y ahora que estoy frente a ti, parecemos, ya ves, dos extraños. Lección que por fin, aprendí: ¡cómo cambian las cosas, los años!. Angustia de saber, muertas ya, la ilusión y la fe. Perdón si me ves, lagrimear.. ¡los recuerdos me han hecho mal!. Palideció la luz del sol, al escucharte fríamente conversar. Fue tan distinto nuestro amor y duele comprobar, que todo, todo terminó. ¡Qué gran error volverte a ver, para llevarme destrozado el corazón!. Son mil fantasmas al volver, burlándose de mi, las horas de ese muerto ayer.

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