Ahora que duelen las resacas y cortan como una navaja. Ahora que nadie nos saluda por los bares de Malasaña, que pido auxilio, besos y comida por teléfono. Que fumo flores y lloro a veces mientras duermo. Ahora que tiemblo como una niña abandonada. Ahora que viejos amigos nos han traicionado. Ahora es el momento de volver a empezar, que comience el carnaval, la orgía en el Palacio de Invierno, de banderas y besos. Se cayeron mis alas y yo no me rendí, así que ven aquí, brindemos que hoy es siempre todavía, que nunca me gustaron las despedidas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario