domingo, 21 de marzo de 2010

Amor dependiente

Cuando hay amor y respeto mutuo, una pareja marcha sobre ruedas. Pero si los roles quedan desproporcionados y alguno de los dos depende del otro más de lo que debería, los problemas pueden aparecer de la mano del riesgo de convertirse en un "dependiente afectivo".
Las principales consecuencias de entregarnos cien por ciento a nuestra pareja tienen que ver con la anulación de nuestra forma de ser, y la pérdida de un espacio propio de donde pensar y decidir. De ésta forma, el dependiente afectivo deja de desarrollar su personalidad y sólo la alimenta a través de su compañero o compañera. ¿Cómo? Atribuyéndole de manera indirecta toda la responsabilidad de llenar su vacío interior, al tomar como propias las motivaciones y proyectos de la otra persona. Sin embargo, ésta devoción incondicional no es gratuita, ya que generalmente exige que se cubran todas sus necesidades y, en caso de que ésto no se cumpla, se enoja. Por más que la persona dependiente crea que ofrece un amor puro e intenso, en realidad, se trata de un sentimiento bastante inmaduro, que surge de su búsqueda de sentirse querido y valorado, y no de la honestidad.

Texto extraído de Psicología (+) Positiva.

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