Y miro a los ojos a los colmillos del destino con el mástil herido tiro el ancla en noches desiertas.
Somos lo que no somos y es la cosa más amarga que hoy vos seas la ingrata mosca verde de mis siestas. Y no puedo creer que así estemos, vendados contra el paredón. Nene, no es manera de estropear un corazón. ¿Cómo pudimos tirar a los leones tanta ilusión?. Nene, no es manera de estropear un corazón.
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