Olvidemos todo de una vez, así,
hagamos un trato
que podamos sostener, aquí,
al menos un rato.
Acurruquémonos, mi amor
todo estalla en derredor.
La miseria y su estertor nos mata.
Acurruquémonos, mi amor
fulminemos el rencor
que sólo sobrevive del pasado.
Y ahora fue todo reducido a cenizas,
no queda ni una sola pista.
De lo que fue, no hay más.
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