lunes, 17 de mayo de 2010

Entre el espanto que quedó y las cenizas por venir, después del odio y más acá, de tantas ganas de no estar: habrá que ser más tercos que el dolor hasta que todo éste incendio se mude de esquina. Nos dura la sangre en el ojo y tanto hachazo en el ojal, buscamos sombra en los escombros y cornalitos en la red. Habrá alegrías que vamos a sangrar con la memoria y la saliva espesa. (Si afloja éste viento en la proa, si afloja éste viento en la proa).
La lluvia pasa de la mano de ésta ciudad por detonar, éste país son éstos huesos que nadie sabe si enterró. Le patearemos los dientes al horror cuando se enjuagen los miedos que nos miedan, (si afloja éste viento en la proa, si afloja éste viento en la proa). Saber sufrir, saber partir y, ¿para qué?. Si ladra el pensamiento. Meta vivir, meta insistir, hasta que un milagro muerda el anzuelo.
Acá en la proa..

No hay comentarios:

Publicar un comentario