viernes, 5 de junio de 2009

Yo tengo cuatro claveles, uno por cada motivo: el encuentro, tu mirada, mis secretos, nuestro olvido. Estoy jugando con fuego y en la yema de los dedos tengo el tacto de los días, tengo el tacto de las noches, tengo el tacto de los dos. Es inmoral sentirse mal por haber querido tanto. Debería estar prohibido haber vivido y no haber amado. Por eso, tirame un beso que sigo presa de nuestro encierro. Jugar con fuego, si me quedé sin aliento y no pude dar contigo, va a venir la noche negra para quedarse conmigo. Porque jugando con fuego puede ser que te lastime, puede ser que te lastime, pueda ser que sufra un poco y nos quememos los dos.

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